martes, 17 de junio de 2008

Prohibido Cantar

Baje esa guitarra, no está permitido cantar… así de frío, así de inexpresivo, sin signos de admiración ¡EXCLAMACIÓN! que hicieran detener la sonoridad por alguna causa justificada; - no deben cantar porque los vidrios de éste lugar son demasiado frágiles, un poco mas que una burbuja de jabón, por lo tanto las vibraciones que produzcan su voces pueden causar un accidente fatal, disculpen, es que no deben cantar porque todos los pasajeros del tren son niños recién nacidos y están en la hora de su siesta, perdonen ustedes, podrían bajar un poco la voz, sucede que tenemos amarrado a Godzilla detrás y le enfurecen los cantantes urbanos, podría rostizarnos a todos con su aliento mortífero, ¡oigan por favor cállense ya! Es la hora del silencio y la meditación, aquel hombre que ven flotando en el segundo vagón ya encontró el nirvana y si lo distraen podría crear una puerta ínter dimensional y causar un error cósmico que traería consigo daños irreparables al universo…- de acuerdo señor, parece razonable su explicación, en éste instante mi compañero deja de tocar la guitarra y yo dejo de cantar, no queremos que suceda ninguno de estos posibles percances en su tren, estamos muy apenados… pero, pero… pero cuando llegó y pronunció esa combinación de palabras que seguramente estaban escritas en algún reglamento expedido por algún retrógrado imbécil con poder para hacerlo, me puso a pensar una vez más, tan solo con este ínfimo ejemplo, en el absurdo mundo de reglas idiotas en el que debemos vivir, en donde éstas no responden a una realidad, ni a un pensamiento inteligente y mucho menos a una concepción de tolerancia y apertura a ideas nuevas, sino a la esterilidad mental y frigidez cognoscitiva, a lo mejor crees que estoy exagerando, pero si algo tan natural y libre como es cantar y tocar la guitarra se prohíbe en un espacio público, no dudes que mañana te cobren impuestos por respirar, se inventen un capitulo de procedimientos para orinar ó una ley para establecer los decibeles de la risa o te prohíban soñar… no se puede cantar… que fuerte declaración, que absurda… ¡mierda!

miércoles, 14 de mayo de 2008

Una tarde

Han pasado varios días desde la última vez que tuve noción de esta voz que platica con el viento y es que con éste calor es difícil escucharla claramente, he estado más concentrado en buscar una sombra y una cerveza que meterme en mi cabeza, pero en este momento no tengo pretexto, estoy bajo techo con un ventilador a mi espalda y una lata bien fría que con ayuda de mi mano se acerca a mi boca y desliza su suave frescura por mi garganta, la voz entonces empieza a parlotear y a entonar preguntas, preguntas a las que no les busco respuestas, preguntas que al oído de muchos son ociosas, pero que al fin y al cabo, sin poder evitarlo siempre surgen de mi mente y les doy la bienvenida porque son mis preguntas y mal haría en rechazarlas, como por ejemplo ésta: si los días estuvieran valuados en dinero, ¿Cuánto valdría éste en el que estoy aquí sentado divagando? No estoy haciendo nada por nadie, no estoy estudiando cosas nuevas o leyendo un libro, no salvo alguna vida ni invento algún artefacto ó compongo una canción, no construyo una casa ni hago feliz a nadie, simplemente picoteo teclas al son de la ocurrencia, entonces de aquí surge una segunda pregunta sin haber contestado la primera, y ésta es: ¿Qué habría hecho de haber sabido que hoy era mi último día en éste mundo? Y una tercera y una cuarta ¿habría salido a despedirme? ¿habría hecho algo especial? Me cuesta trabajo pensar que hubiera hecho lo mismo, pero por otro lado una quinta ¿de que me serviría hacer otra cosa? Sería algo así como prestarle demasiada atención a la muerte, como hacer un escándalo por algo tan natural o hacer mucho ruido comiendo muy poquitas nueces. De cualquier forma en un día no se puede cambiar lo hecho en una vida, así que podría, satisfecho o insatisfecho, simplemente seguir disfrutando de esta sombra, aunque no de ésta cerveza porque ya se terminó…hmm, habrá que pensar si con estas nuevas condiciones estoy dispuesto a hacer lo mismo ahora que todavía tengo oportunidad.

Bendito refrigerador, tenía guardada una mas para mi, así que estoy convencido, seguiré platicando con la voz ésta extraña que pienso… o que se piensa ella misma no se como funciona bien… pero lo haré en silencio o lo que es lo mismo, en invisible…